Luzie Hahn y Sofía Lo Cicero arribaron el pasado 14 de mayo a Chile desde Solingen, para vivir dos meses de intercambio en nuestro colegio. Casi sin pensarlo, estas estudiantes de 17 años oriundas de la ciudad de Solingen, cercana a Düsseldorf, agarraron sus cosas y llegaron a sus familias de acogida, Aline y Antonia, para vivir la experiencia de estudiar en el extranjero.
“Ha sido mucho mejor de lo que esperaba”, afirman ambas. “El colegio aquí es muy distinto al nuestro en Alemania. Acá pude entender lo que es verdaderamente una comunidad, me siento como en una familia en que todas las personas se preocupan por ti, te tratan bien, intentan ayudarte. Allá en Alemania no existe ese sentido de comunidad, son más bien pequeños grupos de amigos que se juntan, pero no se relacionan unos con otros”, nos cuentan Lurie y Sofía.
Durante este tiempo han complementado sus estudios en Alemania con clases y trabajos aquí en nuestro colegio, y una de las dificultades más grandes ha sido el idioma. “Si bien nosotros tenemos clases de español, aquí en Chile hablan muy rápido, pronuncian distinto y usan palabras que significan otra cosa. Nos costó en un principio adaptarnos, pero ahora ya de a poco vamos entendiendo más”, afirma Sofia.
De los aspectos positivos, en cambio, tienen muchas cosas que destacar. El ramo que más les ha gustado a ambas es Estética, asignatura que no tienen en su colegio y que desearían poder cursarla. También destacan la relación entre los profesores con los estudiantes. “Es un vínculo muy especial, son muy cercanos, casi como un familiar que te ayuda, te guía y acompaña más allá de la asignatura. En Alemania el trato entre profesor y los alumnos es mucho más distante”, nos cuenta Lurie.
Dentro de lo positivo de esta experiencia, ambas destacan el cariño y preocupación de sus familias de acogida. Aline y Antonia son las estudiantes del colegio que se transformaron en sus hermanas chilenas, y que durante los tiempos libres les han mostrado la ciudad y disfrutado de distintos panoramas.
“La verdad, me ha encantado la experiencia. Puedo decir que ojalá esto en vez de durar 2 meses pudieran ser 6 meses, quedarme mucho más tiempo para conocer. Si bien tengo comunicación constante con mi familia, no extraño mi vida en Alemania. Sería increíble poder quedarme más tiempo y disfrutar más con Antonia y mi familia chilena”, relata Lurie.
“En mi caso, si bien extraño a mi familia y hablo con ellos todos los días, si pudiera quedarme más tiempo en Chile también me gustaría, estoy disfrutando mucho mi estadía, conociendo y aprendiendo de mis compañeros”, complementa Sofia.